La elaboración de vinos implica un proceso químico sin el cual no llegaría hasta ti el placer de cada copa. En este complejo procedimiento cada paso es importante y, entre ellos, se encuentra uno que es clave en la transformación.
Se trata de la fermentación maloláctica (FML) y al final de este contenido sabrás por qué es una excelente forma para obtener vinos de primer nivel.
Al hablar de fermentación maloláctica con productos de CHR.HANSEN nos referimos a que las cepas, de Oenococcus oeni y Lactobacillus plantarum, de este destacado proveedor, provienen de cultivos de muy alta calidad, y proporcionan al producto final, propiedades que lo enriquecen y le permiten destacar dentro del mercado.
NoVa, CiNe y CH16 son protagonistas en fermentación maloláctica
El cultivo NoVA™ es una cepa revolucionaria de bacterias lácticas, que da inicio a la FML ya en el mosto y es ideal para vinos bajos en sulfitos con un afrutado intenso.
En cuanto al cultivo CiNe™ es muy apropiado para vinos blancos y rosados con bajo contenido de sulfitos y rosados dejando la mejor sensación en la boca; aunque también destaca con los tintos de estilo más bien moderno con un afrutado de alta intensidad.
Por último, el cultivo CH16 brinda cepas con alta resistencia al alcohol y sobresale en vinos tintos de climas cálidos. Aporta estructura y notas especiadas.
Bacterias con efecto bioprotector
Las cepas de estas bacterias son parte del catálogo de CHR.HANSEN y, además de producir una fermentación maloláctica rápida y sin incremento en el pH, derivan en un vino con más aroma. Gracias a ellas, se obtiene un efecto bioprotector frente a organismos deteriorantes no deseados.
En la lista de grandes azotes para la vinificación aparecen las, bien conocidas, bacterias acéticas, que tienen una muy alta tolerancia a los SO2 y, debido a ello, es bastante complicado evitarlas en la elaboración de vinos.
CHR.HANSEN ofrece una forma biológica de evitar ese tipo de microorganismos y, así también, la acidez volátil (VA) desproporcionada. Ha quedado demostrado que las cepas NoVa, CiNe y CH16 de CHR.HANSEN frenan el desarrollo de bacterias acidoacéticas en los vinos.
Ventajas adicionales de la fermentación maloláctica con productos CHR.HANSEN
Varias son las ventajas adicionales que provee CHR.HANSEN (NoVa, CiNe y CH16). La actividad antifúngica que proporciona NoVa en el mosto de la uva, está comprobada y eso es muy beneficioso puesto que ningún tipo de moho es deseado en la vinificación.
Estos mohos merman la calidad del vino debido a la proliferación de toxinas y el potencial riesgo de que la fermentación alcohólica no prospere.
La cualidad homofermentativa de NoVa en condiciones vínicas, facilita que no se produzca ácido acético a partir de azúcares lo que se conoce también como desacidificación.
CHR.HANSEN (NoVa, CiNe y CH16) puede adicionarse al mosto sin el peligro de que se genere acidez volátil (VA). De igual manera, el vino estará listo para su estabilización justo después de la fermentación alcohólica.
Gracias a esta herramienta se facilita una fermentación maloláctica segura y bastante rápida, lo que se traduce en un vino terminado, limpio, con mucho aroma y aumento del sabor frutal, particularmente cuando se trata de frutos rojos.
El método tradicional de fermentación maloláctica causa un aumento pequeño del pH, sin embargo, CHR.HANSEN (NoVa, CiNe y CH16) permitirá que se cumpla en el mosto sin subir el pH y contribuir con los vinicultores a que el pH se conserve a nivel bajo en regiones cálidas, donde suele estar alto.
Ofrecer la posibilidad de una fermentación maloláctica con CHR.HANSEN implica brindar una serie de beneficios que permitirán la obtención de una excelente calidad, para vinos de primer nivel.